La supervivencia o fracaso de estas empresas, conocidas comúnmente como zombis, tiene implicaciones tanto en el devenir de la economía global como en las perspectivas del sistema financiero. El proceso de zombificación no es un concepto nuevo, y ha sido analizado por numerosos autores desde la crisis financiera de 2008, como consecuencia de la política monetaria no convencional puesta en marcha por los principales bancos centrales del mundo. Tras la crisis económica de 2008, los principales bancos centrales del mundo optaron por mantener los tipos de interés a niveles muy bajos, lo cual favoreció el aumento de las empresas zombis. Según un informe publicado por la OCDE en 2017, este ejército de muertos vivientes había engrosado sus filas en varios países, entre los cuales figuraba España. Cabe esperar, además, que tras la política de ayudas económicas desarrollada por los estados para combatir la pandemia, el número de este tipo de compañías haya aumentado.
- Tras la crisis económica de 2008, los principales bancos centrales del mundo optaron por mantener los tipos de interés a niveles muy bajos, lo cual favoreció el aumento de las empresas zombis.
- Se arrastran por el mercado, sin capacidad para crecer o innovar, y no generan valor para sus accionistas ni para la economía en general.
- Por regiones, la Comunidad de Madrid es la autonomía que acoge a un mayor número de empresas en esta situación.
- Tanto la OCDE como el Banco Internacional de Pagos han alertado de la cantidad de empresas de este tipo que sobreviven en el contexto actual, pero que supondrán un grave peligro en un futuro próximo.
Siguen funcionando aparentemente, pero ya no tienen posibilidades de sobrevivir. Tarde o temprano, cuando se acabe su liquidez, y si tienen un ERTE lo tengan que revertir, desaparecerán. Implementar estas estrategias puede marcar la diferencia entre el éxito y la desaparición de una empresa. Mantener una mentalidad de mejora continua, diversificar las fuentes de ingresos y cultivar relaciones duraderas con los clientes son solo algunas de las acciones clave para evitar convertirse en una empresa zombie.
La startup zombie buena
Las entidades que sobreviven en el mercado de forma artificial, suponen un riesgo significativo para la economía. Por regiones, la Comunidad de Madrid es la autonomía que acoge a un mayor número de empresas en esta situación. Porque, en ese https://es.forexgenerator.net/basico-basico-y-punteros-en-swing-trading/ momento, la Comisión Europea exigió a los Estados miembros que tomaran medidas para que las ayudas puestas en marcha con los fondos europeos no fueran a parar a compañías que cumplieran los requisitos para poder ser calificadas como zombis.
- Además, su persistencia puede contribuir a la ineficiencia económica y obstaculizar la recuperación económica a largo plazo.
- Pero para el caso que nos concierne, las empresas zombis son llamadas así, debido a que consumen recursos, créditos y ayudas públicas.
- Por un lado, la pandemia de la COVID-19 no ha desaparecido, y surgen nuevas variantes que ponen en riesgo la recuperación económica.
- En primer lugar, porque acaban teniendo acceso a ayudas públicas (como los ICO en el caso de España) que podrían utilizarse de una manera más productiva en empresas más saludables y con más posibilidades de generar beneficios.
- Un dato muy alarmante, sobre todo teniendo en cuenta que, en la actualidad, los tipos de interés en más de medio planeta, pero sobre todo en Europa, se encuentran en mínimos históricos y con ellos el pago de intereses de esas deudas.
Esta mayor liquidez ha permitido que muchas empresas puedan refinanciar sus deudas a pesar de no ser viables, gracias a que los tipos de interés estaban muy bajos. Las compañías acumulaban a finales de 2018 una deuda de 13 billones de dólares, según la OCDE. Una elevada zombificación es perjudicial para la economía, pues su tejido empresarial es más vulnerable, y un cambio en las condiciones de financiación, u otra recesión, acabaría con un gran número de empresas y, en consecuencia, se hundiría más el PIB.
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El pinchazo de la burbuja inmobiliaria y la crisis provocó que muchas empresas quebraran y otras se convirtieran en zombis por su elevado endeudamiento. El término zombi se empezó a utilizar en Japón durante el período conocido la década perdida, una etapa de estancamiento entre 1990 y 2003. Muchas compañías se habían endeudado con la esperanza de que lograrían una rentabilidad que luego no tuvieron. Algunos estudios internacionales apuntan a que el 10% de las compañías en todo el mundo pueden ser consideradas zombis, siendo especialmente preocupante la situación en Europa y, obviamente, también España. Incluso el Banco de España reconoce que el 8% de las empresas españolas están en esta situación. La lista de ilustres muertos vivientes incluye nombres muy conocidos como Pescanova o Adolfo Domínguez.
Finalmente, las empresas deben mantener un equilibrio entre el crecimiento y la rentabilidad. Esto significa que las empresas deben centrarse en el desarrollo de nuevos productos y servicios, mientras mantienen una estructura rentable para minimizar los costes. Esto ayudará a las empresas a mantenerse enfocadas en su objetivo y a evitar convertirse en una empresa zombie. Las empresas zombie son una práctica ilegal y pueden conllevar graves consecuencias legales para aquellos que las crean y usan. Por esta razón, es importante estar al tanto de las leyes y regulaciones financieras y tributarias y asegurarse de que la propia actividad empresarial sea legal.
¿Cómo evitar convertirse en una empresa zombie?
Estas empresas tienen que seguir gastando para mantenerse a flote, lo que significa que no pueden ahorrar para un futuro mucho mejor. En este punto, cabe reseñar que actualmente la economía mundial se encuentra en un momento sumamente complejo y de incertidumbre. Por un lado, la pandemia de la COVID-19 no ha desaparecido, y surgen nuevas variantes que ponen en riesgo la recuperación económica. Con este propósito, se ha simulado una cuenta de resultados media de la muestra de análisis que permite obtener conclusiones generales.
Esto puede resultar en decisiones empresariales improvisadas o falta de adaptación a los cambios del entorno empresarial, lo que agrava aún más su situación de estancamiento. La analogía de “zombie” se utiliza porque estas empresas parecen estar muertas, sin vida ni futuro económico. Se arrastran por el mercado, sin capacidad para crecer o innovar, y no generan valor para sus accionistas ni para la economía en general. Son como cuerpos en descomposición que se mantienen en pie, sin un propósito claro. Precisamente por eso, la Comisión Europea se negó hace unos años a que se pudieran dar ayudas a estas empresas.
Empresas
Estas empresas son aquellas que no generan ingresos suficientes para cubrir sus gastos operativos y se mantienen a flote gracias a diversos factores, como préstamos o inversores. Aunque pueden sobrevivir por un tiempo en estas condiciones, su futuro es incierto y su impacto se refleja en varios aspectos clave. Los expertos creen que la subida de los tipos de interés aplicada por el Banco Central Europeo https://es.forexdata.info/indicador-tt-de-resistencia-de-soporte-hq/ (BCE) puede ser una de las razones que están llevando al incremento de las empresas zombis. Porque muchas de ellas están entrando en sobreendeudamiento al no poder hacer frente a la devolución de préstamos y créditos que habían solicitado cuando los tipos estaban a un nivel mucho más bajo. Pero ¿qué es una empresa zombie y por qué se teme que impacte en la recuperación económica más ahora que el pasado?
Por el momento, el virus no ha pasado las fronteras de Estados Unidos, pero se ha expandido por más de una treintena de estados en del país norteamericano. No existen vacunas ni tratamientos contra la caquexia crónica, conocida popularmente como virus del ciervo zombi. Debido a los trastornos neurogenerativos que provoca, los animales afectados pueden presentar diversos síntomas como descoordinación motora, pérdida de peso drástica, https://es.forexeconomic.net/encuesta-como-las-empresas-de-propiedad-minoritaria-pueden-allanar-su-propio-camino/ apatía y otras manifestaciones neurológicas. Esta es la startup zombie de la que hay que huir como alma que lleva el diablo… Pero ese es el problema. Que, como suele ocurrir en el cine, hay algo que no te permite huir de ella y que, de hecho, te encierra en una habitación a su lado de forma totalmente insostenible. Estas empresas no son rentables, no experimentar una evolución positiva sino que, simplemente, sobreviven.
Estrategias para evitar convertirse en una empresa zombie
Lo malo es que la estabilidad por sí sola sin la posibilidad del crecimiento exponencial se traducirá en que tus inversores no te proveerán con una nueva ronda de financiación. Esto anclará a tu startup en una situación estable, pero no lo suficiente como para que los accionistas puedan retornar su inversión o para que tú puedas vender la compañía. Pero una startup zombie con unas finanzas lo suficientemente solventes como para vivir con ella durante un tiempo más. Teniendo en cuenta toda esta situación, se están uniendo esfuerzos a nivel gubernamental, para que las ayudas públicas sean redirigidas únicamente a las empresas que se encuentren totalmente solventes. Pero que están pasando por momentos difíciles debido a los efectos de la pandemia, y no para aquellas compañías que antes de la llegada del Covid-19 se encontraban casi en la quiebra. En el cuadro 1 se puede observar la muestra inicial contenida en SABI, la obtenida bajo la definición de empresa zombi adoptada y la muestra de análisis final.
